Mi máxima habilidad me regala la mayor de las tristezas. Me gustaría ser tonto, y no darme cuenta de las cosas que a escondidas suceden. ¡Toda grita por su lógica!
La mesa está preparada para el tercer invitado; hermosa es su superficie; lindo el mantel que lo cubre, mas su interior devorado por temitas se encuentra.
¡Un recuerdo! ¿Qué cosa más relativa? Lo guardo en un baúl; tú en un cementerio. Todo y nada a la vez ¡Qué estupidez! Cambiar su relatividad me parece buena alternativa ¡pero no se puede!
Te contaría mi secreto, ¡qué secreto! Lo he gritado a los cuatro vientos. Pero una vez más, una vez menos, que más da.
¿Lo quieres saber? Mi máxima habilidad me habla de que no te interesa… ¿se entiende ahora la tristeza?