El que se publicó (lo pueden ver en la edición digital de ese día):
El original:
Viaje de Piñera a Perú
Señor director
El viaje de Sebastián Piñera a Perú ha levantado el debate sobre una incompatibilidad de funciones "político-empresarial". Es realmente preocupante ver como una de las personas que posee una de las mayores riquezas del país, busque para si mismo, el máximo poder político al cual se pueda optar: Presidente de la República. Esta encrucijada, no sólo es de interés actual. La ágora de la Gracia clásica representaba la actividad política de la polis, en ésta se efectuaban las asambleas de los ciudadanos.
Ya en esos tiempos se empezaron a combinar comercio con política, convirtiendo al ágora en una plaza de mercado. Así, Platón y Aristóteles plantearon la creación de una segunda ágora, para poder separar dichas actividades de poder (política y comercio).
Propuesta que también tendrá que plantearse Sebastián Piñera, ¿"su ágora política o su ágora comercial"? Seguramente si sigue con las dos, como lo ha hecho hasta ahora, la opinión pública le dará la espalda en unas futuras elecciones presidenciales. Da mucha desconfianza tanto poder concentrado en una sola persona.
Mauricio Rivera Arce