Imaginemos un sistema solar donde solamente existe el Sol,
Ahora, con mucha imaginación, hablemos de relaciones. Existen algunos Soles que necesitan ego. Es así como a un determinado Sol que le falta, requiere y necesita atención, posee una patética Tierra que gravita en su entorno, una Tierra que hace del Sol el centro de su existencia, alimentándole de todo el ego que el Sol requiere. Pues hablé de patética Tierra, en cuanto aquella gravitación se lleva a cabo en la más triste indiferencia del Sol, pero ella sigue girando, contentándose con migajas de interés.
Es en este contexto donde
No te conviertas en una Luna gravitando en torno de alguien que gravita alrededor de otra persona. Eres hermosa, mereces una relación de gravitación mutua. No alimentes a ególatras que no merecen tu tiempo, tu atención ni mucho menos tu cariño.
Si se encuentra en la situación de
Recorriendo los inevitables caminos de la existencia me quedé mirando un despejado prado, en el cual no vi mayores dificultades para cruzar. Quité la vista de él un par de segundos, y al momento de regresarla, apareció de repelente, de golpe, un hermoso campo de rosas que no esperaba. Un tanto sorprendido por tal inesperada visita, la cual muchas veces esperé, sabiendo quizás que en este contexto llegaría, pero nunca tan pronto, demasiado pronto. Sé tantas cosas de él, pero ninguna originada por la experiencia; cosas buenas, hermosas, tristes y melancólicas.
Es imposible. Todo me cuesta el doble. No puedo mantener lo que siento, pues en este contexto duele. Me gustaría que fuese eterno, en tanto sea recíproco, pero no lo es. La esperanza siempre existe, pero aburre y pega fuerte cuando no es correspondida. ¿Cómo puedo hacer de esa esperanza algo constante si no me das muestras para que así sea? Pienso a veces que hago el ridículo. Lo sé, no me la he jugado como tiene que ser, de hecho, no me la he jugado, pues pienso que a mi no me corresponde. Tampoco depende de aquello, sólo no quiero ser derrotado nuevamente, sería el fin de todo. Pasiva es mi actitud, pues el miedo me ha apoderado. No quiero escuchar un rechazo, así que prefiero escuchar nada.
Y así estoy, sintiendo mucho y haciendo nada. Confundido de todo. Sin poder argumentar la esperanza, pero está. La indiferencia me destruye y me advierte que es mejor capitular, pero es esa esperanza la que me mantiene sintiéndolo todo, y es esa indiferencia la que me hace hacer nada. ¿Se puede estar peor? Sí, y es en la ausencia de la esperanza. Es todo tan paradójico. Me hace mal, pero me hace bien. Al final, todo depende en derrotar al miedo y actuar. ¿Rendirse? Dan ganas, pero los recuerdos en el momento que se sienten hacen tan bien.
En cualquier momento, y si todo sigue igual, la bandera blanca comenzará a flamear.
Tu guitarra fue tu arma revolucionaria, el canto las balas. En mente una sociedad mejor tenías, por ello luchaste. Tu permanencia fue el cambio, tu característica progresista. Te negaron el derecho a vivir, con ello, le negaron el derecho a vivir en paz a los tuyos. Te fuiste, más bien te echaron, mas no a tu canto de lucha, que aún suenan en las poblaciones que tanto conociste.
Gracias a ti y a tu himno, aún hay esperanzas de un mundo mejor para mucho de nuestros luchines.
Toda decisión de una u otra forma implica un cambio o una constancia, y muchas veces, desde cierta perspectiva, ambas. Son opciones que tenemos en nuestra existencia. Un cambio puede ser simplemente pasar de largo hasta el metro en vez de bajarse en 5 de abril a tomar la 506 como cierta persona hace todos los días. A la vez, es un acto constante en cuanto me dirijo, como todos los días, a la universidad. Es parte de nuestra libertad, ir cambiando a cada instante o ser constante en algo. Cambiar nuestro pelo cortándolo o permanecerlo largo.
Muchas veces tomamos decisiones que responde a un contexto determinado. Por ejemplo, deshacer algún tipo de lazo (llámase amigo, amiga, amigos, familiar, andante, pololo, polola, amante, marido, pololos, pololas, patas negras, etc.). Quizás, con el tiempo y la creación de un nuevo contexto en nuestras circunstancias, nos dan ganas de recomenzar aquel lazo. En el deshacer somos soberanos, pues sólo puede importar nuestra opinión y posterior decisión, aunque se vea feo, así puede ser. En recomenzar no somos soberanos. Más que no ser soberanos en recomenzar, no somos soberanos en que aquel se concretice.
Tenemos soberana libertad en todo, incluso en decidir en tratar que un lazo recomience, pero ya no depende de nosotros, sino también en la libertad del otro. En relaciones, podemos decidir terminar, mas no podemos recomenzarlo con nuestra pura decisión. Necesitamos del otro.
En ese nuevo contexto nuestra mente evoca recuerdos, así añoramos un recomenzar, añoramos un reencuentro. Así, decidir tratar de recomenzar significaría deshacer un lazo con la soledad. Pues son cambios. Con soberana libertad se eligió a la persona para cambiarla por la soledad; con soberana libertad, por determinadas circunstancias, se eligió a la soledad para cambiar a la persona, deshaciendo el lazo que se eligió anteriormente; con la misma soberana libertad podemos tratar que todo recomience, tratando de deshacer el lazo con la soledad. Pues ese tratar necesita, como se dijo, de la soberana libertad del otro.
Por qué hay muchos, pero el cómo suele ser siempre, o normalmente, del mismo modo. Hay sonrisas naturales y otras forzadas, fingidas. Sonrisas leves, y otra con una extremada fuerza, con una extraordinaria capacidad de contagio.
El acto en sí, es la contracción de músculos que están en la cara, por el sector de la boca. Para lograrlo, tiene que mirar fijamente el objeto o motivo por el cual su encéfalo da la orden de contraer dichos músculos. Tiene que estar concentrado, pues si retira la mirada de la fuente que lo inspira para la sonrisa, el proceso de sonreír puede fracasar. Una vez logrado lo anterior, ya cuando nuestro cerebro da las órdenes respectiva a los diferentes músculos de la cara que son partícipe de tan bello acto (que según Swmi Sivananda, sólo necesita de quince músculos), nuestra boca, nuestros labios, tomarán una forma de media luna. La pronunciación de ésta dependerá de la fuerza e intensidad de la sonrisa. Podemos lograr sonrisas donde ambos labios no se separan, permanecen juntos, y otras donde la boca tiende a abrirse completamente, dejando escapar los sonidos de los sentimientos, algunos toscos, horribles, finos, bellos y hermosos, todo dependerá de quién venga.
Puede parecer un tanto complejo, pero no lo es, siempre cuando todo el proceso tenga un origen natural, pues si tratamos de forzar una sonrisa, nos podemos complicar y comprometer.
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(*): Lo anterior nació después de la opuesta inspiración que me provocó "Instrucciones para llorar", de Julio Cortázar. Tómelo, está en todo su derecho, como un vil plagio, pues yo lo tomo como un homenaje.
Agresión a la Ministra de Educación
Señor director.
La violenta reacción de la estudiante Música para con la Ministra de Educación, Mónica Jiménez, sirvió de causa para un intenso debate en torno a la justificación del acto. La Ministra Jiménez tiene razón al decir que en democracia tales demostraciones de violencia no se pueden dar. No obstante, creo que a la Ministra le falta algo de autocrítica, y denota, a la vez, incoherencia en su discurso.
La esencia de la democracia, que con tanta fuerza defiende la Ministra, radica en la soberanía del pueblo. Pues bien, la democracia chilena no es directa, sino representativa (el poder de decisión radica en los representantes que el pueblo elige). No por ello, el no tomar en cuenta la opinión de todo un sector que se ha movilizado con tanta fuerza desde ya hace varios años, y que vio en el año 2006 un movimiento estudiantil sin parangón en la Historia de Chile (la mal llamada "revolución pingüina"), y que este año parecía haber revivido, se vuelve un acto democrático. ¿Qué nivel de democracia tiene Chile? Nos parece que la clase política se acuerda de la opinión del pueblo sólo en periodos electorales, pues ejerciendo el poder, aquella opinión es irrelevante para el ejercicio de sus intereses. Lo anterior fue absoluto en dictadura, y ha permanecido, no con tanta radicalidad, en los gobiernos de la Concertación, y es exactamente lo que hace la Ministra de Educación al insistir con una LGE que ha sido criticada por los diferentes actores de la educación en las manifestaciones ya mencionadas.
El debate, como consecuencia de la agresión en contra de la Ministra, vas más allá de justificaciones o crucifixiones, e incluso, va más allá del tema de la educación, del cual no hay que retirar nunca la mirada crítica. El debate se trata de democracia, pues es absolutamente interesante ver cómo, los que en un tiempo pasado lucharon en contra de la dictadura prometiendo alegría y democracia al electorado, hoy son los responsables de estancarnos en una eterna transición cívico-militar.
Mauricio Rivera Arce.
El que se publicó (lo pueden ver en la edición digital de ese día):
El original:
Viaje de Piñera a Perú
Señor director
El que se publicó (lo pueden ver en la edición digital de ese día):
Lo puedo divisar desde este espacio temporal, aunque aun no llega lo puedo ver ¡Se ha formado el arco iris que nace después de la horrenda tempestad! Saldrá el Sol, eso indica ¡Ya lo puedo ver! ¡Qué felicidad! Lo sabía, después de cada Osiris nace un hermoso Horus, así decían los egipcios ¡Es mi Horus! Que gran trabajo el del tiempo ¡Qué gran labor la de Anubis e Isis! Gracias a ustedes tendré nuevamente a mi radiante Horus ¡Ya viene! ¡Se aproxima!Entradas más recientes Entradas antiguas Inicio
